El futuro es un país extraño

En el momento en que escribo ésto, el futuro no parece muy halagüeño. Personalmente uno de los temas que más me agobian es el futuro del planeta. Llegado el año 2030 me gustaría mirar atrás y pensar que las nuevas generaciones han adquirido en su vida escolar la idea de defender el medio ambiente y llevar una vida más sostenible.

Obviamente la protección del planeta no es lo único que me gustaría ver que defienden las futuras generaciones. Avanzar en la democracia real y la igualdad. Defender los derechos de todos y asumir que los que más tienen o más pueden aportar efectivamente son conscientes de que han de hacerlo.

Me gustaría ver un mundo más justo en el que lo material no domina todo y, sobe todo, un mundo en que la felicidad no se concibe como una meta alcanzable, como ciertos movimientos promueven hoy en día.

Me gustaría ver a alumnos más concienciados con su propio futuro.