En la práctica que nos ocupa teníamos que decidir en grupo qué características considerábamos ideales en un docente/tutor. Nuestra docente (Diana) ha resultado poseer un amplísimo abanico de capacidades.
Entre las capacidades profesionales, Diana ante todo conoce los contenidos que ha de impartir. También posee cierto talento artístico ya que en cierto modo enseñar es actuar. Sabe enseñar, tiene vocación, grandes capacidades de comunicación con sus alumnos, innovadora y seguridad en sus capacidades.
A nivel humano Diana es multifacética, escucha de forma activa, es asertiva, es crítica y fomenta el pensamiento crítico, es paciente, conciliadora, empática, etc.
Lo que hemos descubierto es que el tutor ideal necesita incorporar una gran cantidad de características que hacen que el docente ideal sea una persona utópica y que debería necesitar un proceso formativo muy amplio y un entorno que favorezca la autonomía del docente para desarrollarse totalmente.
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