España es un país poco acostumbrado a los acuerdos políticos. En 1978 se aprobó nuestra constitución en la que partidos de todo signo político cedieron en mayor o menor medida para dar salida a un documento considerado hoy en día sagrado por los autodenominados "partidos constitucionalistas" (aunque luego los derechos recogidos en dicho documento se ignoran o tergiversan a conveniencia del viento de los designios de los partidos).
Pocos acuerdos de calado se han alcanzado desde entonces en que los partidos pusieran a un lado sus propios intereses por buscar un bien común para la sociedad española, y el pacto educativo no es uno de esos acuerdos.
Sucesivos gobiernos han venido introduciendo cambios en el sistema educativo con un marcado tinte político, y dichos cambios se han convertido en armas arrojadizas entre partidos bajo acusaciones de adoctrinamiento de los alumnos (como en la instauración de la asignatura de educación para la ciudadanía.
Curiosamente, fue un gobierno de derechas (del PP de Mariano Rajoy) en un momento en que se hablaba de la necesidad de hacer los servicios públicos más eficientes (lo cual solía pasar por privatizar o precarizar las condiciones de trabajo) quien encargó a un experto un estudio sobre posibles reformas del sistema. Dicho experto era José Antonio Marina y el resultado de su trabajo el Libro Blanco de la profesión Docente.
Se habla de muchas propuestas en dicho documento. Una de las que más interés me suscita es el acceso a la profesión docente, haciéndolo mucho más similar al acceso a los puestos de trabajo de la sanidad pública (MIR, PIR, EIR). Inicialmente habría que aprobar un examen para obtener plaza y posteriormente pasar por un periodo de prácticas remuneradas en el que los candidatos a profesores serían evaluados en su desempeño y, una vez superado este periodo satisfactoriamente podrían ejercer como docentes en educación pública, concertada y privada, siendo imprescindible someterse a este proceso. Esta propuesta profesionalizaría el puesto de profesor y debería verse acompañada de una retribución superior así como una ampliación del abanico de funciones del docente.
El Libro Blanco de la Profesión Docente es un texto muy extenso como para tratarlo en un post pero sí merece ser revisado por todos aquellos que aspiren a formar parte del ámbito educativo ya que algunas propuestas pueden ser desarrolladas con relativa facilidad.
Mientras el esperado pacto para la educación llega (lo cual no es previsible a corto plazo) podemos tener como referencia el trabajo de Marina como experto contrastado y aceptado por los diferentes partidos, lo cual ya supone un cambio en la vida política de este país.
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